jueves, 25 de febrero de 2016

Prostitución y abuso sexual con orangutanes

Sin duda es un tema muy triste y muy dificil de tratar.
El caso más famoso es el de Pony un pequeña orangután que era explotada sexualmente en Indonesia; conozcamos su historia:
Pony cuando era explotada sexualmente
La exportación de orangutanes por parte de Tailandia al resto de Asia, en particular a China, para ser empleados como animales de compañía, la captura de hembras por parte de traficantes, que no dudan en asesinar a sus madres, con el fin de convertirlas en esclavas sexuales en prostíbulos y la destrucción de su hábitat natural por parte de la industria del aceite de palma, están abocando a esta especie a la extinción.
Según la Orangutan Conservancy Norteamericana, los orangutanes sólo viven en Asia, Sumatra y Borneo. Se estima que quedan unos 20.000 ejemplares vivos, lo que significa que si esta situación se sostiene en el tiempo se extinguirán en un periodo de diez años.
Se sabe que es una práctica común en algunos países de Asia la explotación sexual de hembras de orangután. Esta denuncia fue aportada por Karmele Llano, veterinaria española dedicada al cuidado de estos grandes simios en Borneo. Allí fueron hallados varios ejemplares encadenados que habían sufrido abusos sexuales por parte de seres humanos. La veterinaria asegura estar en posesión de datos que confirman que se trata de una práctica muy extendida en Tailandia.
Ésta era la situación de Pony, un orangután hembra de 12 años de edad encontrada en un prostíbulo en un pueblo de Borneocentral, Keremgpatngi, Indonesia. Depilada por completo, lavada, perfumada y con los labios pintados, estaba encadenada en una cama para facilitar que los clientes pudieran abusar de ella de modo impune.
Cabe destacar que los clientes que frecuentan estos negocios son trabajadores de las empresas madereras y de plantaciones de aceite de palma.
  A la orangután Pony le pintaban los labios. Era prostituta. Sí. Era violada día a día en una aldea de Indonesia. No es ficción. "Es la realidad", lo recuerda, Karmele Llano [Bilbao, 1978], veterinaria vasca, una de las encargadas en su momento de ayudar a readaptarla. "Llegó la información de que pasaba eso, una situación completamente ilegal, y se decidió actuar". Van más de 10 años desde su rescate. Un momento crucial. Se necesitó que intervinieran las fuerzas militares para liberarla. "Su dueño se oponía porque era su medio de subsistencia. El pueblo donde estaba también, pues decían que le traía suerte". Ella tenía unos siete años de edad en el momento en que fue rescatada. El equivalente -teniendo en cuenta que viven una media de 50 años- de tener entre 13 y 14 años.
  "Nadie sabía cuánto tiempo había estado allí Pony. La dueña de la casa se negó firmemente a renunciar a la orangután. Para ella, era una máquina de dinero en efectivo y una fuente de suerte. No fue un esfuerzo fácil liberar a Pony de este lugar terrible; cualquiera que tratara de hacerlo se enfrentaba a un ejército de pobladores de la zona que estaban armados con cuchillos, dispuestos a luchar por el dueño de casa", recuerdan desde la organización que actuó, The Borneo Orangutan Survival Foundation (BOS). "Su cuerpo estaba cubierto de picaduras de mosquitos. No podía dejar de rascarse y su piel tenía múltiples infecciones". Había sufrido toda su vida.
  El primer español que escribió del caso Pony fue David Jiménez y lo publicó en EL MUNDO. Lo hizo así. "Fue rescatada... de un burdel de la localidad de Kereng Pangi, en la provincia indonesia de Kalimantan Central. La encontraron encadenada a una cama, con los labios pintados, completamente afeitada y adornada con sortijas. Trabajadores de las empresas madereras y productoras de aceite de palma que están arrasando los últimos bosques de Borneo aguardaban turno para abusar de ella. Hizo falta un destacamento de 36 soldados del Ejército indonesio para entrar en el pueblo y llevarse al animal hasta el refugio de orangutanes de Nyaru Menteng, cerca de la ciudad de Palangka Raya".
"No fue fácil su readaptación. Pony es muy lista y tenía recuerdos de lo que había vivido. En el refugio, cuando un hombre se acercaba, se iba a una esquina y se orinaba encima. Les tenía pánico. En cambio, eso no pasaba cuando una mujer iba hacia ella", afirma Karmele, hoy presidente de International Animal Rescue, ONG que ha salvado más de un centenar de estos primates. "Era muy inteligente. Aprendía rápido de los humanos, lo bueno y lo malo. Recuerdo que descubrió el mecanismo de cómo funcionaban los ganchos del pelo solo mirando... Poco a poco se fue adaptando y creímos que podíamos devolverla a su hábitat natural, el que apenas había conocido".
Karmele explica cuál es la existencia de los orangutanes que son maltratados. "Normalmente se les captura cuando son bebés, con pocos meses. Pony podría haber sido prostituida desde los cinco años ya que con menos edad es demasiado pequeña... Los orangutanes pueden vivir unos 50 años y tienen procesos muy similares a los de los humanos. Se les caen los dientes de leche...". Llegan a la madurez sexual a los ocho años. Es decir, cuando Pony fue prostituida aún no había siquiera alcanzado ese estadio. Una aberración aún mayor.

Las otras agresiones a estos nobles primates son aterradoras. "La primera agresión es la deforestación. Aquí es aún mayor que en la Amazonía...". Así describe uno de los casos más dramáticos, el de Pelanci. "Rescatamos a un orangután que había caído en una trampa. Le había atrapado la mano. No se pudo liberar por días. Pasó una semana sin comer ni beber. Se descompuso. Cuando llegamos estaba putrefacto. Y ni en ese estado pudo liberarse. Tenía el hombro dislocado del esfuerzo que había hecho por soltarse... Le tuvimos que amputar el brazo. Pensamos que no se iba a salvar. Estuvo ingresado una buena temporada. Pero salió adelante. Ya logró recuperarse y recorre el bosque".

En cambio, la senda de Pony aún no ha acabado. Nadie quiere apresurar su avance. Ya se asume como un caso único. "Mientras se adapta a la isla, recibe el cuidado y la atención especial de los funcionarios que supervisan sus habilidades de desarrollo y supervivencia. Todavía hay un largo camino por recorrer, pero estamos muy aliviados y felices de ver a Pony viviendo en una isla como ésta. Sin lugar a dudas un sitio mejor para ella que en cautividad", aseguran desde BOS. "Se adapta y le gusta la jungla. Es duro todavía para ella. Pero va mejorando día a día. Ya parece tener un novio que le ronda... Por lo pronto es el mundo el que está enamorado de Pony. Es muy famosa", comenta Paulina L. Ela, directora de comunicación de esta institución. "Y quizás en el futuro pueda tener un bebé... Aunque sería un sueño, es muy complicado hablar de un embaraz
o", afirma pícara.

Pony ya cumplió 18 años y sigue aprendiendo, va en busca del tiempo sufrido, hallándose. Hay otro aniversario, un año de aquello que los humanos le quitaron. Eso que llamamos libertad.

Fuente:
http://proyectogransimio.org/noticias/noticias-destacadas/prostitucion-y-abusos-sexuales-con-orangutanes
http://www.elmundo.es/cronica/2014/11/02/5453e2f7268e3e87038b4579.html

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