* El perro babea, está nervioso
* Tiene contracciones musculares involuntarias (tiembla)
* Se defeca (no controla su cuerpo)
¿Cómo actuar?
Tomar un puñado de sal disuelta en agua y darle con ayuda de una jeringa, cuando haya vomitado repite la acción 2 veces más y así expulsará el veneno consumido, después proporciónale un poco de leche sirve como neutralizante. O carbón activado (pastillas de carbón que se venden en cualquier farmacia) disueltas en agua para evitar que el tóxico se absorba a nivel del intestino.
Llamar inmediatamente a su veterinario o trasladarlo al más cercano, donde se le inyectará para salvarle la vida.
Recoger pruebas cuando hay amenazas de envenenamiento del perro es la primera pauta cuando se teme que el can puede ser víctima de un envenenamiento. Los problemas entre vecinos y el interés por deshacerse de animales son dos de las razones más habituales por las que se envenena a los perros. Cuando esto ocurre, es importante saber cómo actuar. Guardar una muestra es esencial para denunciar al presunto envenenador. Si podemos salvar la vida de nuestros animales, y algún callejero, habrá valido la pena tomar esto en cuenta.
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